Reflexiones
Mafalda
Una escuela inclusiva debe garantizar a todos los alumnos el acceso a
una cultura común que les proporcione una capacitación y formación
básica.
Cualquier grupo de alumnos, incluso de la misma edad y por
supuesto de la misma etapa, mantiene claras diferencias con respecto a
su origen social, cultural, económico, racial, lingüístico, de sexo, de
religión y son distintos en sus condiciones físicas, psicológicas...que
tienen una traducción directa en el aula en lo que se refiere a ritmos
de aprendizaje, a capacidades, a formas de relación, intereses,
expectativas y escalas de valores.
La escuela tiene que aceptar esa
diversidad y proponer una intervención educativa en la que sea posible
un desarrollo optimo de todos los alumnos y alumnas.
El desarrollo
como decía VIGOSTKY no consiste en la socialización de las personas sino
en su individuación. Hay que partir de las situaciones personales para
realizar un proceso educativo individualizado.
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